Por redacción
Albert Rivera, José María Almoguera, Antonio José, Irene Villa, Yola Berrocal o Sonia Monroy, son algunos de los rostros conocidos que esta tarde han acompañado al diseñador en la presentación de su colección ‘Héroes’, clausurada por el artista Coyote Dax.
Personalidad y carácter son dos de los atributos que han hecho de la sastrería de Félix Ramiro un emblema del diseño de autor nacional desde hace más de treinta años. Y sobre estos conceptos se extiende el hilo conductor de “Héroes”, una colección con la que el diseñador no dejará a nadie indiferente a través de prendas únicas de patronaje a medida y un uso magistral del color, demostrando que el universo de la sastrería reinventa sus códigos y normas.
Patrones realizados a mano, cortes asimétricos, superposiciones, fruncidos, grandes trabillas, bolsillos de parche con el toque personal de pespuntes de adorno, con puntadas muy largas y algunas picadas a mano se presentan en una colección donde la mezcla de tejidos y texturas es protagonista.
Lino, algodón, lamé, tafetán, satén de seda, lana fría, tul, encaje y seda, entre otros conforman la propuesta de tejidos de la colección en prendas que van desde bañadores, bermudas, camisas, casacas, sobrecamisas, bomber, americanas, hasta un flash de trajes de sastrería renovada y con un toque irreverente como sello de la firma.
UNA FIRMA CON AMPLIA EXPERIENCIA
Con más de 35 años en el sector, Félix Ramiro es un diseñador insignia en la sastrería española, convertido en diseñador de cabecera de rostros conocidos e internacionales de la talla de David Bisbal, Miguel Torres, Gerard Romero, Antonio José o Miguel Poveda, pero también de familias que confían en las creaciones de la firma para los momentos más importantes de sus vidas a nivel generacional.
“Lo importante de un traje es lo que no se ve; la arquitectura que hace que sea capaz de resaltar el cuerpo de quien lo lleva y suavizar sus defectos”. – Félix Ramiro.
La pasión por la sastrería de Félix Ramiro le ha llevado a hacerse con premios nacionales que galardonan su trayectoria y saber hacer, además de convertirse en un epicentro de la sastrería en España desde los años ochenta, con puntos de venta físicos en el país y también internacionales, apostando por esta expansión.