InfoLujo entrevista, en exclusiva, a Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, diseñadores de la marca española Malne. Descubre al detalle su impecable trayectoria, experiencias y secretos de la firma ‘Made in Spain’.
Paloma Álvarez y Juanjo Mánez son dos conocidos profesionales del diseño de ‘pret ä porter’ de lujo y costura cuyo trabajo ha sido requerido por las firmas de moda española más prestigiosas. Avalados por su amplia trayectoria y experiencia como diseñadores de costura, crean Malne, su propia firma, especializada en prendas de lujo personalizado en ediciones limitadas para clientes Premium. Paloma Alvarez y Juanjo Mánez tienen una larga experiencia como diseñadores y directores creativos de importantes desfiles en MBMFW y MFSHOWMEN los dos eventos de moda más importantes de España. Su experiencia incluye colaboraciones con prestigiosas cabeceras, como Vogue y Elle, junto a los más prestigiosos fotógrafos internacionales (Vincent Peters, Satoshi Saikusa, Mikael Jansson, Jacques Olivar y Juan Martín) y top models, desde Linda Evangelista, Jasmeen Ghauri, Nieves Álvarez a Helena Christensen. También ha desarrollado ideas de imagen y vestuario para artistas internacionales como Kilye Minogue o Enrique Iglesias, así como para numerosas personalidades de la vida social y política. InfoLujo entrevista, en exclusiva, a Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, diseñadores de la marca española Malne para descubrir al detalle más sobre sus impecables trayectorias, experiencias y secretos de una de las firmas ‘Made in Spain’ más prestigiosas.
Judit Pérez
¿Cómo y por qué nace Malne?
Malne nace con el deseo de ser nosotros mismos, y no trabajar para otras firmas, y nace también porque creemos en una nueva forma de hacer moda, de autor y comprometida con los DDHH y el medio ambiente.
¿Cuál creen que fue el detonante de la firma para convertirse en una de las marcas españolas más prestigiosas?
Llevamos años trabajando en el inside del mundo de la moda, entendemos que el éxito no es flor de un día sino un descubrimiento del cliente. Detrás de Malne hay todos esos años de experiencia, un gran equipo que apoya nuestra creatividad y sobre todo, talento. Nos dimos cuenta de que llegaba el éxito cuando la gente nos pedía hacerse fotos con nosotros, pero no sabemos exactamente cual de las numerosas acciones que realizamos ha calado más. Intentamos llegar a un público ecléctico en edad y estilos.
En su experiencia como diseñadores, ¿cuál es el aprendizaje más importante que se han llevado?
Para nosotros no hay un día sin aprender algo nuevo. Es un negocio muy humano y lleno de experiencias con la gente y espero que no dejemos nunca de aprender.
Sois dos diseñadores trabajando para Malne, ¿en qué aspectos los ha beneficiado más esa relación?
Los dos vemos la moda desde el mismo ángulo y cultura de moda, pero tenemos algunas habilidades distintas y eso es beneficioso para la empresa.
¿En qué momento aparece la parte individual? ¿Y la colectiva?
Es Malne y Malne somos Juanjo y Paloma y, por supuesto, nuestro equipo que respalda la creatividad y la autoría de los diseños. No sería lo mismo sin Juanjo o sin Paloma.
¿Cómo es el momento de realizar la performance de una colección?
Hemos trabajado con numerosos clientes y tenemos una experiencia larga en presentaciones de colecciones. Desde hace años hemos trabajado con fashion films, presentaciones privadas, desfiles… depende también del lugar. Por ejemplo, una presentación en Qatar que fue el primer desfile, tenía los condicionantes de un país de Oriente Medio. Las tallas de las modelos no son las habituales, suelen rondar la 40/42, tampoco aceptaban la presencia de Juanjo en el vestuario. Otra experiencia fue el último desfile, en el que proyectamos todo lo que para nosotros significa ser diseñador. Sobre una plataforma giratoria íbamos cambiando a las modelos a la vista del público. A veces, una presentación de colección es puro arte conceptual.
¿Sienten que en alguna ocasión han tenido que alejarse de la firma para adaptarse a lo que les pedían? ¿A qué nivel?
Jamás nos hemos alejado de MALNE ni para hacer una camisa. Incluso clientes de otros países, que suelen pedir modificaciones, las hacemos siempre en concordancia con el diseño.
¿Están trabajando en algún proyecto reciente?
Nuestra nueva colección. Y los pedidos, que se han multiplicado.
¿Cómo creen que se ha transformado la firma con el paso de los años? ¿Y personalmente?
La firma ha evolucionado siguiendo un camino previsto. Lo imprevisto ha sido la pandemia, pero esta ha ahondado en el ADN de la firma. Cuando empezamos, la idea de slow fashion y moda de autor eran conceptos que casi nadie utilizaba, y que estaban en nuestro plan de negocio. Ahora parece que todo el mundo se ha apuntado a esta tendencia, pero nosotros llevamos desde los inicios en 2016 con esta filosofía.
Cuéntennos un poco sobre ustedes, ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración? ¿Qué es lo que más les apasiona de su trabajo?
Nos inspiran y apasionan las personas. Las personas somos moda, nos ataviamos, nos adornamos, nos expresamos a través de la ropa, el maquillaje, el pelo, la joyería, el look. El ser humano es fascinante y por eso nos gusta observarlo y magnificar sus cualidades. Una cliente que sale sintiéndose maravillosa es nuestra mayor satisfacción.
¿Dónde se ven dentro de 5 años?
Malne seguirá siendo Malne, pero tendrá más apoyo financiero para que la empresa cuente con personal especializado y los diseñadores solo diseñen. Por el momento, hacemos de todo y además, diseñamos.
¿Cuál es el logro que les gustaría cumplir en su carrera como diseñadores?
Esta firma es nuestro logro. Es nuestra impronta en el mundo de la moda, es toda nuestra experiencia y savoir faire, todo nuestro talento y nuestra alma. Solo aspiramos a que, cuando una mujer lleve algo nuestro y diga que lleva un Malne, todo el mundo sepa lo que es y lo que significa.
¿Cómo definirían Malne?
Malne es un concepto nuevo sobre la alta costura. Es un estilo, es moda, es futuro, pero a la vez, es un clásico, un fondo de armario realizado artesanalmente y personalizadamente. En el futuro vemos más empresas que tengan esa vocación, porque, además, el fast fashion está acabando con el planeta, y solo tenemos unos.