
Diseños únicos, materiales de alto rendimiento y un sello muy personal: así se eleva un simple dispositivo a la categoría de accesorio de culto
En la era del scroll infinito, del selfie en el espejo y del «stories o no hay outfit», el teléfono móvil ha dejado de ser un simple dispositivo para convertirse en protagonista indiscutible de nuestra narrativa visual diaria. Lo sacamos en restaurantes, en el metro, en la oficina o en la primera fila de un desfile. Aparece en todas las fotos, se cuela en nuestros retratos y, como no podía ser de otra manera, merece un vestuario a la altura. La funda del móvil, ese detalle que muchas pasaban por alto, es ahora un statement de estilo. Uno que habla de personalidad, de tendencias y de savoir-faire digital.
Vivimos conectadas. No por decirlo de forma poética, sino literalmente: el móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Basta con recordar el famoso apagón de redes sociales para entender la dependencia emocional (y estética) que hemos desarrollado con este pequeño dispositivo. Olvidar las llaves, la cartera o incluso el gloss puede pasar. ¿Pero el móvil? Nunca. Va con nosotras a todas partes, tan integrado en nuestra rutina como el bolso o unas gafas de sol oversized.
Y si no concebimos salir a la calle sin él, ¿por qué dejar su estética al azar? En el universo donde la moda y la tecnología se dan la mano, CASETiFY se erige como la firma definitiva que transforma una simple funda de móvil en una declaración de estilo. No lo decimos nosotras —Hailey Bieber, Gigi Hadid, Sophie Turner o Dua Lipa ya han sucumbido al magnetismo de sus diseños, convirtiendo este accesorio en objeto de deseo para toda insider del street style.

Desde su nacimiento en 2011, la marca comenzó con una premisa sencilla: proteger. Pero, como todo en moda, evolucionó. Lo que empezó siendo un escudo para pantallas, pronto se convirtió en una plataforma creativa donde el diseño y la funcionalidad conviven con espíritu millennial (y ahora también Gen Z).
Hoy, CASETiFY es sinónimo de vanguardia, de personalización total y de ese aura de exclusividad que solo las marcas que entienden el pulso de la moda saben manejar.Porque sí, aquí las fundas se customizan al milímetro. Desde colores metalizados, acabados mate o transparencias que dejan ver el reverso de tu iPhone como si de un clutch de metacrilato se tratara, hasta la posibilidad de estampar tu nombre, tus iniciales, tu mantra personal o esa palabra que solo tú y tus amigas entendéis. Todo, en la tipografía, el color y la ubicación que más se adapte a tu mood.
