
Redacción: María Verardini
Cuando hablamos de belleza, solemos pensar en cremas, rutinas, tratamientos. Pero hay lugares que elevan ese concepto más allá de lo superficial. Lugares donde el bienestar empieza en la piel, pero alcanza el alma. Así es el spa de Kimpton Los Monteros Marbella: un refugio sensorial, íntimo, donde cuerpo y mente se rinden ante una experiencia única de cuidado profundo.
Tuve la suerte de vivirlo. Y aún me dura la sensación de calma.
Un espacio para reconectar
A unos pasos del jardín principal, entre aromas cítricos y fuentes de agua serena, se esconde este spa boutique que huye de lo grandilocuente. Aquí todo está pensado para el recogimiento, para el mimo, para detener el ritmo y reconectar con el propio cuerpo.
No hay música estridente ni luces invasivas. Solo texturas nobles, luz tenue, y un silencio terapéutico que envuelve desde el primer minuto. El recorrido comienza con una infusión personalizada en su sala de espera, seguida de un diagnóstico previo que no es un trámite: es una lectura de lo que tu piel —y tu energía— necesitan.

CODAGE: la ciencia del cuidado personalizado
La joya de este espacio es su colaboración con CODAGE Paris, firma francesa de alta cosmética que trabaja desde la formulación a medida, la biotecnología y los activos inteligentes. Lejos del marketing vacío, CODAGE propone una belleza honesta, sensorial, basada en la escucha activa de la piel.
Sus productos —concentrados, serums, elixires, aceites y emulsiones— se aplican en el spa con un protocolo, casi ritualístico, que transforma el tratamiento en una experiencia holística. No se trata solo de hidratar o iluminar: se trata de equilibrar, regenerar, revitalizar, desde el interior hacia fuera.
Probé el ritual Signature CODAGE, un tratamiento facial y corporal integral que se adapta en tiempo real a tus necesidades. La terapeuta, con un conocimiento profundo de la línea, personalizó cada fase con precisión: limpieza con mousse enzimática, exfoliación suave, masaje profundo con serum específico, mascarilla oxigenante y, por último, un cóctel de activos reparadores que dejó mi piel luminosa, firme y sin rastro de fatiga.
Fue mucho más que un tratamiento: fue un acto de restauración emocional.

Menú de tratamientos con alma
El spa ofrece una carta completa de tratamientos, todos bajo el enfoque “slow beauty” que tanto se agradece en estos tiempos. Desde masajes energéticos con aceites esenciales hasta programas detox, envolturas marinas, exfoliaciones mediterráneas y experiencias a dúo para compartir.
Especial mención merecen sus rituales de autor, diseñados en colaboración con CODAGE, que van más allá de lo estético y trabajan desde una visión integral del bienestar. Piel, respiración, sistema nervioso, posturalidad… todo forma parte del equilibrio.
Además, hay paquetes personalizados de varios días, pensados para quienes desean una inmersión profunda: perfectos para una escapada regeneradora, para recuperarse del estrés o como antesala a un evento especial.
Belleza que se queda contigo
Una de las claves de esta experiencia es que no acaba al salir del spa. Todos los productos utilizados están disponibles en su beauty corner, lo que permite continuar el tratamiento en casa, bajo la misma filosofía de cuidado consciente. Y créeme, después de probar CODAGE, cuesta volver a lo de antes.
La marca, de origen farmacéutico, está formulada sin parabenos, sin siliconas, sin fragancias artificiales. Pero con una eficacia que se percibe desde el primer uso. Una línea nicho, de culto, y 100% adaptada a la piel urbana y sus exigencias.

Más que un spa, una experiencia de belleza con propósito
Salir del spa de Kimpton Los Monteros no es salir igual. Es volver al mundo con la piel más viva, pero también con el alma más ligera. En un entorno donde el lujo se traduce en autenticidad, donde el cuidado es profundo y personalizado, este espacio se convierte en una declaración de intenciones sobre lo que debería ser la belleza en nuestros días: íntima, consciente, verdadera.
Si buscas más que un tratamiento, si deseas regalarte tiempo, transformación y silencio, este es tu lugar.
