Arranca la 77ª edición de Fashion Week Madrid, en la que conoceremos las tendencias para Otoño/Invierno 2023-2024, y la inaugurado, como viene siendo habitual, Ágatha Ruiz de la Prada.
Por Jesús Reyes
Comienza la 77ª edición de Fashion Week Madrid, en la que conoceremos las tendencias para Otoño/Invierno 2023-2024, y la inaugurado, como viene siendo habitual, Ágatha Ruiz de la Prada: nuestro diseñadora más internacional. La diseñadora madrileña ha llenado IFEMA de moda llena de color y formas que denotan un universo creativo sin límites. En esta edición, Ágatha dirige su inspiración a su línea de perfumes. En concreto a los cinco aromas que tiene en el mercado y que lucían las modelos en la cabeza de las modelos sobre diademas. Pero, se pregunta Ágatha, “¿qué es lo que legitima a un diseñador de moda?”.
“Muchos dirían que es algo indefinible, una sensación, un cosquilleo especifico, una fantasía, una combinación de factores efímeros que se nos escapan entre los dedos en cuanto intentamos plasmarlos sobre papel con nuestras burdas palabras. Los demás dirían que es un perfume. Tener un perfume propio significa un antes y un después en la vida – y en el ego – de todo diseñador. Agatha Ruiz de la Prada lanzó su primer perfume en 1992, y ahora dedica su colección Otoño-Invierno 2023/2024 a celebrar la maravilla y el morbo que es poder fardar de sus múltiples iconicos perfumes, aquellos que han triunfado y crecido con ella a lo largo de los años, aquellos que se han recorrido el mundo entero coleccionando pretendientes. Flor, Gotas de Color, Beso, Love, y Look son los cinco protagonistas de este eufórico desfile, los cinco perfumes Agatha Ruiz de la Prada actualmente a la venta”, responde Ágatha Ruiz de la Prada ante su reflexiva pregunta,
El desfile es un homenaje a los icónicos frascos de estos cinco perfumes (y a sus respectivos universos estético-filosóficos, a sus packagings distintivos y deslumbrantes) en los que se ha destilado el optimismo sin límites de nuestra marca. Metros incontables de organzas transparentes, lentejuelas en múltiples versiones, licras, terciopelos y peluches juegan con los sentidos de sus admiradores. Capas de transparencias en colores delirantes superpuestas como la estructura misma de un perfume. Flores, labios hinchados, gotas de lluvia multicolores, ojos agathistas que todo lo ven, emergen entre vestidos abullonados, kaftanes, capas con grandes lazos de tafeta y vestidos palabra de honor/lacasito – iconos plastificados, bordados, colgados, e integrados en las prendas alaban el agathismo en pleno regodeo – acompañados por el estribillo que es su razón de ser (Love, Love, Love).
Los icónicos modelos subirán al escenario acompañados por la última colección de bolsos Agatha Ruiz de la Prada: bolsitos de señorita clásica en panas y peluches multicolores, mochilas de peluche, bolsitos plateados que parecen haberse escapado de una galería de arte… Todo esto y mucho, mucho más ha sido expuesto hoy, a todo color, y al son de la rockera agathista más molongui que podríamos haber pedido, la brillante y seductora sintetizadora, Cintia Lund. Desde Suecia, pasando por Canarias y luego Nueva York, Lund llega a las calles de Madrid como la muñeca andante de nuestros mejores sueños.
Así, de este leituotiv nace una colección que reitera la forma de estos perfumes tanto en prints como en relieve, siendo su máxima expresión acolchados de efecto hinchable. Además, Ruiz de la Prada juega en sus novedades con las superposiciones, así como con las transparencias y la logomanía. Y mientras su abanico de siluetas es infinito, podemos resaltar las siluetas que se ciñen a las caderas para recuperar el vuelo en los bajos y las líneas globo, como el vestido de rayas que llevaba Lucía López para poner el punto y final del desfile.
Eso sí, lo acompañaba de uno de los muchos bolsos que presenta para la nueva temporada: un accesorio que se presenta en múltiples acabados y que se ha convertido en uno de los éxitos de venta de la firma. Los corazones han sido en esta ocasión los grandes ausentes, pero en su lugar aparecen besos rojos sobre diseños rosas, una combinación cromática goyesca muy de la casa Ruiz de la Prada.
Ágatha ha mostrado una colección en la que vuelve a ser ella misma, con sus icónicas flores, labios y mucho colorido. La diseñadora más explosiva de la moda ha vuelto a llenar de alegría el recinto ferial. A sus vestidos les ha puesto mangas abullonadas y medias de colores. La mezcla de tejidos es otra de sus señas de identidad.